⌚ Lectura mínima de 3 | El mal uso o el desgaste del embrague pueden provocar un olor a quemado característico. Te contamos cómo detectar el origen del problema y cómo repararlo.
¿Ha detectado que su vehículo desprende un olor a embrague quemado? Aunque este efecto no siempre es sinónimo de fallo, es necesario prestarle atención para que a la larga no sea un problema.
Hay tres causas principales de este olor característico:
Por un lado, puede deberse al uso ocasional que hacemos del embrague en determinadas circunstancias. Por ejemplo, cuando intentamos arrancar el coche en una cuesta empinada, o cuando estamos en un atasco, usamos tanto el embrague que no tiene tiempo de enfriarse entre cada parada y arranque.
En estas situaciones, el disco se sobrecalienta y se desprende un olor a quemado de forma específica que desaparece con el paso de los kilómetros.
Esto en sí mismo no supone ningún fallo, pero si se continúa con el abuso del embrague se producirá un desgaste y, entonces, será necesario acudir al taller.
Si el embrague está desgastado, patina excesivamente sobre la superficie del volante, provocando que huela a quemado. En este caso, el olor, que recuerda a los frenos recalentados, no desaparece después de varios kilómetros, sino que es constante y aumenta progresivamente.
Para ver si este es el problema, intente poner tercera o cuarta y acelerar desde la marcha baja. Si el motor acelera, pero no avanza, es una clara señal de que el embrague está desgastado.
Finalmente, otra causa que puede hacer que el embrague huela a quemado es por suciedad acumulada o porque ha habido una fuga de aceite. En este caso, el olor es muy característico y no se produce de forma constante, como cuando la avería está en un posible desgaste.
Si se usa correctamente y no se abusa, el embrague puede durar toda la vida del automóvil. Pero si este no es el caso y muestra signos de desgaste, corre el riesgo de dañar el volante e incluso romperlo. Así, no queda otra opción que pasar por el taller antes de seguir utilizando el vehículo en estas circunstancias.
En cualquier caso, si tienes un Seguro de Coche MAPFRE, tienes la tranquilidad de tener cobertura de asistencia en carretera desde el kilómetro cero.
La reparación del embrague no es barata, ya que en la mayoría de los casos hay que desacoplar la caja de cambios del motor, el mecanismo y sus mandos. Y, aunque solo se vea afectado el disco, lo mejor en estos casos es cambiarlo por completo y sustituirlo por un kit, que incluye el plato, el disco y el cojinete o actuador del embrague hidráulico.
Incluso en algunos modelos puede ser conveniente cambiar también el volante, que se encarga de regular la rotación del cigüeñal para transmitir el movimiento del motor a la caja de cambios y luego a las ruedas.
Eso sí, como decimos, no es una reparación barata. El coste de un kit convencional ronda los 658 euros, mientras que el kit bimasa ronda los 1.200 euros de media. El precio puede variar considerablemente de una provincia a otra (en este enlace te contamos más detalles).
Tengo un Golf IV 1.9 diesel 110CV del año 2003 con 286.000 km. Tengo una temporada que cuando pisé el embrague vibra cuando llega al fondo. No noto que patina ni produce olor a quemado. No sé qué tipo de embrague tiene ni cuánto puede costar la reparación si se daña. Ni a qué taller llevarlo aquí en A Coruña. He sido Mapfre totalmente asegurado durante años, aunque el seguro está a nombre de mi esposa. Mi hijo también lo tiene contigo. ¿Podrías decirme algo? Todo lo mejor
Hola. Sin ver su vehículo, es difícil conocer el problema y ofrecerle una solución. Si eres cliente de MAPFRE, puedes consultar cualquier taller asociado. Todo lo mejor.
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